Estéticamente hablando sois unos animales verdaderamente feos.
Si una bella estética es la armonía entre la curva y la recta, lo vuestro no tiene solución.
Se que os “picareis” ante mi observación. Es normal, ya que vuestra soberbia no puede soportar que un animal de otra especie os cante las verdades, pero en realidad, me da igual.
Si por una vez fueseis capaces de ser honestos al analizaros a vosotros mismos, os propondría un ejercicio que os demostraría, bien a las claras, lo que os digo.
Claro que para que funcionara tendríais que aportar vuestra mejor predisposición para un análisis objetivo e imparcial, cosa harto difícil por no decir imposible, tratándose de vosotros.
De todas maneras, por si algún día os atrevéis a ser honestos con vuestra estética de especie, voy a sugeriros un experimento:
Primero deberéis sentaros ante el televisor y observar un documental que trate sobre cualquier tipo de fauna.
Luego intentad observar con ojo crítico un determinado grupo de animales de la misma especie de los que aparecen en el documental, mientras mentalmente valoráis la media estética del grupo escogido.
Repetid esto con los peces, mamíferos, aves, etc. que hayan salido en el film. Seguro que acabareis fascinados por su belleza y elegancia.
A continuación salid a la calle y mientras os paseáis por una vía transitada id haciendo la media estética de vuestra especie a medida que vayáis encarando individuo tras individuo.
Veréis como el mundo se os cae a los pies ¡¡.
Mirad que los bonobos, chimpancés y gorilas somos bastante feos… ¡¡ Pero vosotros llegáis a despertar nuestra compasión ¡¡….
¡¡ Que barrigas, que piernas, que culos, que “caretos”… y que expresiones de hastío y aburrimiento ¡¡¡ Añadidle a vuestra imagen de pena, vuestro olor a “humanidad” y la cosa se agrava hasta límites insospechados.
¡¡ Que barrigas, que piernas, que culos, que “caretos”… y que expresiones de hastío y aburrimiento ¡¡¡ Añadidle a vuestra imagen de pena, vuestro olor a “humanidad” y la cosa se agrava hasta límites insospechados.
Cierto que habrá algunos elementos que os llamaran la atención por su belleza y elegancia, pero os recuerdo que en todos los análisis debemos fijarnos en la media para valorar el conjunto.
También os debo decir que nuestra pena por vosotros se trasforma en hilaridad cuando nos decís que estáis hechos a imagen y semejanza de Dios ¡¡¡
Yo, una vez más os digo que, visto lo visto, si fuera de vosotros, me buscaría a otro a quien adorar y venerar.
Como me he propuesto analizar a fondo tanto vuestro comportamiento como vuestra morfología, empezaremos con el cometido de análisis físico hoy mismo, aunque en el futuro siempre lo relacionaremos con vuestro comportamiento.
Vuestro cuerpo, como el de cualquier otro animal, se inicia como un diminuto huevo del tamaño de uno de estos puntos… Este huevo es 2000 veces más grande que el espermatozoide que lo ha fertilizado. El punto empieza a crecer y a dividirse y, después de 266 días, sale del útero moviéndose y boqueando. El bebé seguirá creciendo hasta llegar a la madurez física, al cabo de 25 años. Pasarán 25 años más y vuestro cuerpo empezará a envejecer. Otros 25 años os llevarán a las puertas de la muerte y, finalmente, abandonareis esta vida boqueando como el día en que nacisteis. Pasareis a ser polvo que servirá para construir a otros seres animales o vegetales.
También os debo decir que nuestra pena por vosotros se trasforma en hilaridad cuando nos decís que estáis hechos a imagen y semejanza de Dios ¡¡¡
Yo, una vez más os digo que, visto lo visto, si fuera de vosotros, me buscaría a otro a quien adorar y venerar.
Como me he propuesto analizar a fondo tanto vuestro comportamiento como vuestra morfología, empezaremos con el cometido de análisis físico hoy mismo, aunque en el futuro siempre lo relacionaremos con vuestro comportamiento.
Vuestro cuerpo, como el de cualquier otro animal, se inicia como un diminuto huevo del tamaño de uno de estos puntos… Este huevo es 2000 veces más grande que el espermatozoide que lo ha fertilizado. El punto empieza a crecer y a dividirse y, después de 266 días, sale del útero moviéndose y boqueando. El bebé seguirá creciendo hasta llegar a la madurez física, al cabo de 25 años. Pasarán 25 años más y vuestro cuerpo empezará a envejecer. Otros 25 años os llevarán a las puertas de la muerte y, finalmente, abandonareis esta vida boqueando como el día en que nacisteis. Pasareis a ser polvo que servirá para construir a otros seres animales o vegetales.
Observando vuestro cuerpo quedo más impactado por vuestras carencias que por vuestras presencias, destaca más lo que os falta que lo que tenéis.
No tenéis garras o colmillos con los que poderos defender y, puestos a “no tener” os faltan incluso las glándulas venenosas que protegen a tantos y tantos invertebrados.
Habéis perdido vuestro pelaje natural y vuestra piel se ha debilitado. Al haberos convertido en bichos pelados y débiles, os dañáis vuestra piel fácilmente con espinas o superficies duras, y si bajan un poco las temperaturas debéis cubriros con pieles de otros animales o con “cortezas” sintéticas o de origen vegetal. Como no tenéis armadura natural, no tenéis más remedio que buscarla artificial.
Lo triste de vuestra condición de humanos es que, al ser monos domésticos, os veis obligados a cubrir vuestros cuerpos aunque os estéis asando de calor en pleno verano, por razones sociales o religiosas. Vuestra autodomesticación os ha traído vuestra frustración. Valga ello como un ejemplo más que nos sirve para ilustrar vuestra nula inteligencia.
Os desplazáis sobre vuestras patas traseras, mientras tocáis el piano con los dedos de las delanteras y eso os hace peculiarmente divertidos a nuestros ojos.
Nosotros, los bonobos, practicamos el bipedismo a menudo, pero siempre que tal postura nos sea de utilidad como, por ejemplo, cuando transportamos ramas o grandes cantidades de fruta…. Vosotros, en cambio, adoptáis esta postura permanentemente. Por culpa del bipedismo permanente reducís a la mitad la posibilidad de manipular objetos, nosotros la mantenemos entera en nuestras cuatro patas.
Vuestra postura es incómoda, poco eficaz y reduce a la mitad vuestra velocidad en comparación a la de cualquier otro mono.
Cierto es que el bipedismo os permitió esgrimir armas, pero ello inició una escalada armamentística que terminará con vuestra extinción y la de gran parte del planeta Tierra.
El resultado de vuestro bipedismo, es que vosotros, a diferencia de nosotros, tenéis hemorroides, problemas de columna, varices, etc.
Vuestra postura bípeda provoca gran presión sanguínea sobre el recto y eso os genera las hemorroides. El tener que soportar todo el peso de vuestro cuerpo sobre dos columnas en lugar de las cuatro que utilizamos los demás primates os provoca un aumento de la presión sanguínea en vuestras piernas, lo que provoca las varices y la presión del peso sobre la columna vertebral os castiga las vértebras. Sólo hace falta ver el perfil de vuestros ancianos para que uno se de cuenta de cómo os ha castigado vuestra evolución.
Ah ¡¡ Y si no creéis en la evolución porque sois creacionistas.. lo tenéis aun más claro, ya que entonces deberéis admitir que vuestro creador era un auténtico chapuzas ¡¡.
Pero sigamos, las rodillas también las tenéis mal diseñadas para la carga que deben soportar por culpa del bipedismo, esta es la razón por la que tantos y tantos de vuestros mayores deban pasar por el quirófano (consultad las listas de espera).
Vuestro codo es otra chapuza de diseño ya que deja nervios sin proteger, lo que propicia intensos dolores cada vez que os dais un golpe en esta zona. Y vuestro cráneo es demasiado frágil para proteger vuestro “disco duro” de cualquier impacto de mediana intensidad.
A la hora de parir vuestras hembras las pasan canutas. Las nuestras se manejan sin problemas a la hora de parir, no necesitan ayuda y se sacan la cría con sus propias manos. En cambio vuestras hembras, por culpa del bipedismo, tienen el canal del parto en curva, ello os obliga primero empujar la cabeza en una dirección y luego en otra para que pueda salir vuestra cría. El resultado es un parto doloroso, lento y en ocasiones lesivo e incluso mortal para madre y niño. Muchas debéis recurrir a la anestesia epidural o a la cesárea y en todo caso vuestros gritos son desgarradores.
Claro que aquí, a parte del mal diseño de vuestro cuerpo, topamos con el castigo de vuestro supuesto creador al condenaros a “parir con dolor” como venganza por haberle comido una manzana de su huerto en el Paraíso Terrenal, detalle que, por otra parte, nos habla de su inmensa justicia y bondad.
Vuestro sistema inmunológico es de pena, debéis lavaros las manos antes de comer, mirar fechas de caducidad de productos, lavar la fruta y la ropa, ducharos o bañaros y desinfectar a diestro y siniestro para alejar todo tipo de infecciones, mientras, cualquier otro animal puede sobrevivir sin problemas saltándose todos esos pasos.
En vuestros machos el canal urinario pasa por dentro de la próstata…otra chapuza. La próstata es una glándula que se infecta fácilmente y que con el tiempo puede convertirse en uno de los cánceres más frecuentes en vuestros machos. Si se produce una hiperplasia benigna de la próstata, lo que suele ocurrir a vuestros mayores de 50 años, esta comprime la blanda tubería urinaria y la bloquea, lo que dificulta la micción. Cualquier fontanero novato diseñaría mejores cañerías para vuestra orina.
Hay otras chapuzas en el diseño corporal que compartimos, así, mientras los ovarios de nuestras hembras funcionan bien dentro de nuestro cuerpo, vuestros (y nuestros testículos) deben colgar fuera del cuerpo para que funcionen bien ya que el exceso de temperatura provocaría infertilidad y, precisamente, al colgar fuera del cuerpo órganos tan sensibles dentro de un saquito sin protección, son propensos a recibir dolorosas sensaciones al menor golpe.
Como veis, vuestro “diseñador”, a parte de ser un pésimo arquitecto, ingeniero y fontanero adolecía de toda falta de previsión.
Por otra parte como los testículos se forman en el vientre y deben bajar hasta el saco escrotal, dejan dos trayectos vulnerables en esta pared. Este punto, llamado canal inguinal, puede acabar en una hernia que deja que salgan los intestinos y queden atrapados sin remisión debajo de la piel, cortando el flujo de sangre a los testículos y a los propios intestinos. En algunos casos los testículos no llegan ni a bajar.
Vuestras hembras pueden quedar preñadas a los 10 años, con la primera regla, pero su cuerpo no esta aún preparado para la maternidad con lo que las pobres padecen graves secuelas.
Durante la gestación vuestro cuerpo intenta cargarse a vuestro propio feto en una lucha inmunológica. El cuerpo de la madre considera al futuro bebé un cuerpo extraño, y si el bebé tiene un RH diferente, muere.
Al nacer vuestras crías, al poco tiempo, sois víctimas de la “depresión posparto” como si os arrepintierais de lo que habéis traído al mundo. ¡¡ En realidad deberíamos ser los bonobos los que nos tendríamos que deprimir con cada humano traído al mundo ¡¡.
La menstruación también tiene tela. Empezando con el síndrome premenstrual que hace a vuestras hembras más agresivas, para a continuación preparar al cuerpo para un embarazo que casi nunca ocurre. Durante este período debéis y debemos soportar dolores (en algunos casos incapacitantes) sangre, manchas, malos olores, retención de agua, etc. todo de manera inútil, ya que terminamos por tirar el “forro natalicio” cada mes a la basura o al inodoro. ¡¡ Pobres hembras ¡¡, en vuestro caso deberéis pasar a lo largo de vuestra vida unas 552 veces por esta tortura inútil.
Mientras los machos producen esperma fresco cada día, las hembras nacen ya con toda la dotación de óvulos, con lo que al cabo del tiempo, los que quedan, están envejecidos, no son funcionales o propician taras en el feto.
Tenéis un coxis que ya no os sirve para nada. Algunos niños aun nacen con una cola, lo que pone en el más absoluto de los ridículos a los creacionistas.
Tenéis el dedo pequeño del pie que no os aporta nada y un apéndice y unas muelas del juicio que sí sirven…. Aunque sólo para daros problemas. Sólo un 5% de humanos tiene los terceros molares sanos y funcionales, mientras que a millones de monos domésticos os deben operar de apendicitis si no queréis morir antes de tiempo.
Los machos tienen pezones…aunque no pueden dar de mamar y las hembras diminutos vestigios de conductos seminales escondidos detrás de los ovarios….aunque no pueden inseminar. ¡¡ Chapuza tras chapuza ¡¡.
Vuestro sentido del olfato roza lo ridículo y no puede competir con el de la inmensa mayoría de mamíferos.
Tenéis un trío de músculos intrínsecos del pabellón auricular que aparentemente os permitían mover las orejas como los conejos, pero ahora ya no os sirven para nada, ya que os habéis quedado con las orejas quietas.
En el 1% de los humanos aparecen costillas cervicales que son restos de vuestra época reptiliana y que ahora sólo os sirve para provocar problemas nerviosos y arteriales.
Tenéis un tercer párpado atrofiado en un rinconcito del ojo que no os sirve para nada. Sólo sirve para recordaros la evolución de vuestros cuerpos pues lo poseen aun aves y reptiles a los que les es de gran utilidad para proteger y limpiar el ojo.
Algunos presentáis el llamado “Tubérculo de Darwin” en vuestras orejas, que tampoco os sirve para nada, aunque antiguamente os ayudaba a centraros en ruidos distantes.
Algunos poseéis el músculo subclavio, un pequeño músculo situado bajo el hombro, que va desde la primera costilla hasta la clavícula, os podría ser útil si los humanos aún caminaseis a cuatro patas. Algunos tenéis uno, otros ninguno, y unos pocos tienen dos, en todo caso ahora ya os son inútiles.
Los machos tienen pezones…aunque no pueden dar de mamar y las hembras diminutos vestigios de conductos seminales escondidos detrás de los ovarios….aunque no pueden inseminar. ¡¡ Chapuza tras chapuza ¡¡.
Vuestro sentido del olfato roza lo ridículo y no puede competir con el de la inmensa mayoría de mamíferos.
Tenéis un trío de músculos intrínsecos del pabellón auricular que aparentemente os permitían mover las orejas como los conejos, pero ahora ya no os sirven para nada, ya que os habéis quedado con las orejas quietas.
En el 1% de los humanos aparecen costillas cervicales que son restos de vuestra época reptiliana y que ahora sólo os sirve para provocar problemas nerviosos y arteriales.
Tenéis un tercer párpado atrofiado en un rinconcito del ojo que no os sirve para nada. Sólo sirve para recordaros la evolución de vuestros cuerpos pues lo poseen aun aves y reptiles a los que les es de gran utilidad para proteger y limpiar el ojo.
Algunos presentáis el llamado “Tubérculo de Darwin” en vuestras orejas, que tampoco os sirve para nada, aunque antiguamente os ayudaba a centraros en ruidos distantes.
Algunos poseéis el músculo subclavio, un pequeño músculo situado bajo el hombro, que va desde la primera costilla hasta la clavícula, os podría ser útil si los humanos aún caminaseis a cuatro patas. Algunos tenéis uno, otros ninguno, y unos pocos tienen dos, en todo caso ahora ya os son inútiles.
El músculo palmar (largo y estrecho) os recorre el codo hasta la muñeca y está ausente en el 11% de los humanos modernos. Antes os era importante cuando vivíais en los árboles, os era útil para colgaros y trepar. De todas maneras hoy en día vuestros cirujanos lo aprovechan para emplearlo en cirugía reconstructiva.
Otra cosa que ya no os sirve para nada es el músculo erector del pelo. Ciertos haces de fibras musculares lisas permiten a los animales erizar su pelaje para mejorar su capacidad de aislamiento o para intimidar a otros animales. A los humanos al haber perdido el pelo sólo os sirve para tener “piel de gallina”.
También os es inútil el músculo plantar que antes usabais como aun hacemos nosotros y los demás primates para poder agarrar objetos con los pies. Vosotros ya habéis perdido esta virtud de vuestras extremidades inferiores, mientras que nosotros conservamos las de nuestras cuatro extremidades. A un 9% de vuestra población humana ya les ha desaparecido pero los demás aun lo lleváis encima como testigo de vuestro pasado evolutivo. ¡¡ Pobres creacionistas, que crudo lo tienen con tanta evidencia ¡¡
Chimpancés, gorilas y bonobos contamos con 14 costillas, los humanos al ser más imperfectos sólo tenéis 12, únicamente un 8% de vosotros nos iguala en número de costillas.
Los restos de un órgano sexual femenino parecido a un útero no desarrollado cuelgan del órgano de la próstata masculina. Mientras que el escroto de vuestros machos no es más que una vulva soldada. Si os levantáis el pene y os miráis el escroto por debajo veréis perfectamente la línea de soldadura.
Otra enorme chapuza es vuestro imperfecto ojo. En la retina, las células nerviosas se sitúan por delante de las fotorreceptoras, las capas de células de la retina tienen una disposición inadecuada que provoca desprendimientos y el nervio óptico tiene que atravesar esta capa interna, lo que crea el punto ciego. Como veis un auténtico desastre de diseño.
Y vuestro oído es tan simple e imperfecto que se le escapa la captación de los ultrasonidos, cosa que no sucede con otros muchos animales.
Los sistemas de defensa en vuestros cuerpos a veces se vuelven contra vosotros mismos provocando ciertas enfermedades auto inmunes, como ciertas formas de reuma o el lupus.
Ante tantas y tantas imperfecciones, taras y chapuzas ¿Cómo os atrevéis a insistir en que vuestros cuerpos son la obra más perfecta de la Creación?
Muchos animales cuando escasea la comida o cuando los factores abióticos hacen difícil la vida hibernan o estivan, de esta manera pueden sobrevivir durante meses hasta que las condiciones les vuelven a ser favorables, en cambio vosotros, ante esta tesitura, sólo tenéis la alternativa de LA MUERTE.
Algunos antropocentristas me diréis que vuestro cerebro es vuestro tesoro “ya que sois los seres más inteligentes de la Tierra”, pero seguro que empalidecéis cuando os enseñe fotos de bosques quemados o talados, de naturaleza destrozada por vuestra polución, de imágenes de guerras o de masacres terroristas, o cuando os haga leer declaraciones de políticos o de obispos; o cuando os muestre los gráficos del cambio climático, de la extinción de especies animales y vegetales, o simplemente, cuando os lleve de la mano a beber agua de vuestro grifo.
Viendo los resultados obtenidos con la explotación de vuestros cerebros quizá cambiéis de opinión y penséis que vuestro cerebro probablemente es la parte más abominable y prescindible de vuestro cuerpo.
Os recuerdo que no necesitáis libros de normas religiosas ni códigos morales para ser individuos afectuosos, tiernos, pacíficos y respetuosos con la Naturaleza. Eso ya está en vuestra naturaleza animal, lo que os pierde es, precisamente, vuestra naturaleza humana.
Os recuerdo que no necesitáis libros de normas religiosas ni códigos morales para ser individuos afectuosos, tiernos, pacíficos y respetuosos con la Naturaleza. Eso ya está en vuestra naturaleza animal, lo que os pierde es, precisamente, vuestra naturaleza humana.
En fin, considerando vuestras carencias, vuestros órganos inútiles, vuestro abominable comportamiento, vuestro olor y lo feos que sois… ¿Quién se atreve a hablar de “diseño inteligente”?.
Que vuestra fealdad no os oculte la belleza de la Naturaleza
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