Muchos son los deportes favoritos del mono domestico que contienen elementos de agresión ritualizada. Algunos de los más populares son: el jockey sobre patines o sobre hielo, los bolos, el tiro con arco, el tiro olímpico, los lanzamientos de jabalina, de peso o de martillo, los dardos, el rugby, el fútbol, el waterpolo, el baloncesto, el judo, el boxeo, el karate, la lucha libre, la caza, la pesca submarina...etc.
Obsérvese como en muchos de estos deportes se ritualizan secuencias de caza (el tiro con arco, los dardos y los lanzamientos en atletismo).
En otras especialidades atléticas, como son las carreras de "sprint", las de fondo o las de salto de obstáculos, se ritualizan las fases de persecución que se dan durante la caza.
En todos los deportes con pelota o balón, los componentes de los equipos deben "cazar" (capturar) la pelota, para luego, manejándola con habilidad propiciada pos sticks, piernas, o brazos, llegar a introducirla en la meta del contrario (una cueva hecha con redes). Para lograrlo, el equipo habrá tenido que desarrollar una perfecta estrategia de ataque o defensa para la caza y captura del balón en la que participan los elementos de la mini tribu.
Ni que decir tiene que la caza o la pesca submarina,.. es "CAZA", sin más.
Un safari fotográfico, es en realidad, una expedición de caza incruenta, como lo es la de cualquier fotógrafo que salga al campo con el propósito de fotografiar especies animales.
Antes de salir de casa fotógrafo naturalista prepara su itinerario por una zona donde espera encontrar vida animal, se viste con una indumentaria críptica muy similar a la que utilizaría un cazador, con el fin de pasar desapercibido entre la maleza. Prepara su armamento (cámara fotográfica o videocámara) para tenerla en perfectas condiciones.
Una vez en la zona "de caza", procederá a seguir sigilosamente las pistas que le habrán de llevar al animal que intentará "capturar" en imágenes. Localizado el ejemplar, el fotógrafo se apostará (cual cazador) y "apuntando" su cámara hacia la presa, la centrará en su punto de mira, para a continuación "disparar", oprimiendo el percutor. Acto seguido, la cámara digital introducirá de manera automática una nueva "bala" en la recámara y la tarjeta de memoria queda presta para grabar un nuevo disparo.
Con las antiguas cámaras analógicas el hecho de recargar una “bala” se hacía aún más evidente. La “munición” se vendía en cartuchos de 36 “balas” (exposiciones) y una vez disparada la cámara, la cargábamos manualmente con una nueva “bala” de las que nos quedaban en la recámara (cartucho).
El fotógrafo naturalista vuelve a casa con una serie de "capturas", que en lugar de balancearse sangrantes en su cinto (como ocurre con el cazador), estarán retenidas en su rollo de celuloide o en su “tarjeta de memoria”.
Al igual que todo cazador, el fotógrafo, gusta de exhibir sus trofeos de caza. Mostrará sus archivos de diapositivas o sus fotografías digitales, mientras que el cazador se ufana mostrando los cadáveres disecados de sus victimas colgando de la pared.
Por desgracia, algunos de vosotros, necesitáis sangre para disfrutar de la caza. Necesitáis exterminar vidas físicas y no os sentís satisfechos con “capturar” sólo imágenes.
Los bonobos consideramos despreciables a todos los monos domésticos que matan por placer; tanto nos da que en vuestra lista de “cazadores” notables figuren determinados jueces, políticos de renombre, Delibes …o vuestro Rey.
Todos ellos quieren matar y todos ellos disfrutan o disfrutaron matando. Malditos sean TODOS ellos…sin excepción.
Algunos de estos animales humanos, encima, se jactan de “querer a la Naturaleza” y de “amarla sobre todas las cosas”. Aman a la Naturaleza … mientras la tirotean ¡¡¡.
Mucho más nobles son los primates humanos que disparan cámaras en lugar de disparar armas. Ellos prefieren capturar las bellezas naturales de manera virtual en lugar de irlas eliminando físicamente entre dolores.
Los primeros, una vez capturada la imagen, abandonaran la zona dejando tras de si al animal con vida para que otros puedan seguir disfrutando de la belleza de su cuerpo y de su canto.
Los cazadores, por el contrario, después de manipular con satisfacción los cuerpos inermes de sus víctimas, se alejaran del lugar dejando un rastro de sangre mientras se secan sus manos en el faldón de su casaca. Están ya de nuevo listos para seguir matando……
Cuando no disponéis de armas reales, matáis con armas ficticias. En algunos juegos de ordenador o de la Play, a medida que vais acumulando puntos, podéis cambiar vuestras armas por otras mucho más letales lo cual os da la oportunidad de matar más y mejor.
En algunos juegos, matáis, incluso sin armas. En esos casos matáis usando estrategias de desplazamiento. Moviendo vuestras fichas o piezas adecuadamente, capturáis o matáis las fichas o figuras del contrario; eso es lo que hacéis cuando jugáis a las damas, al ajedrez, al abalone, etc.
Agresividad, violencia, peligro y desafío a la muerte, son los alicientes que busca el animal humano hoy día, en los deportes de nuevo cuño, como son el "rafting", barranquismo, "puenting", "benji", etc. Todos ellos están clasificados entre los llamados “deportes de riesgo”, es decir, se encuentran entre las actividades deportivas con altos índices de lesiones graves y que cada año se cobran victimas mortales.
A finales de los ochenta estalló la moda del "rafting". Este deporte consiste en descender los rápidos de un río en barcas neumáticas en las que caben de seis a doce personas. Su único equipo consiste en un casco, un traje de neopreno y un chaleco salvavidas. El grupo es salpicado constantemente por el agua y sus gritos se pierden entre el ruido ensordecedor de los remolinos que en ocasiones hacen girar la balsa sobre sí misma de manera vertiginosa.
El barranquismo consiste en bajar por el curso de un río sorteando todas las dificultades naturales que se vayan presentando. El practicante debe, nadar, caminar, saltar, hacer "rappel" y deslizarse por cavidades. Este nuevo deporte se cobra un buen número de vidas cada año en España (una media de 17 personas por año).
El "puenting" es una nueva actividad deportiva que tuvo su origen a principio de la década de los ochenta, en Inglaterra. A mediados de esta década se hizo muy popular en Francia, donde lo practicaron numerosos escaladores. El material utilizado consiste en una cuerda dinámica de poliamida de 10 u 11 milímetros de diámetro, y con una resistencia de 1.800 kilos, unos puntos de anclaje resistentes, unos mosquetones y un arnés de escalador.
Los que practican esta nueva modalidad deportiva manifiestan que después de haber saltado sienten una sensación equivalente a la de haber tomado medio tubo de tranquilizantes. De hecho la fuerte impresión que recibe el organismo al caer provoca la secreción de jugos gástricos y una mayor activación hepática y renal. Se produce al mismo tiempo una fuerte dilatación arterial y venosa a la vez que se activa el ritmo cardíaco (unas 135 pulsaciones por minuto tras un salto de 15 metros).
La sensación de lanzarse al vacío provoca adicción en los que practican el "puenting". Se experimenta una sensación mixta entre angustia y placer, al estilo de la que se siente cuando se cae en picado por una empinada "montaña rusa".
Existen diversas variedades de "puenting"; desde saltar del lado exterior de la barandilla, hasta hacerlo de espaldas para evitar el vértigo o de cara para obtener una mayor impresión. Los más atrevidos toman carrera desde el centro del puente y saltan por la baranda como si se lanzaran a una piscina, realizándose figuras similares a las de los saltos de trampolín. Algunos, para experimentar nuevas emociones, se lanzan con los ojos vendados, otros, se enrollan la cuerda al cuerpo para dar diversas volteretas mientras caen. Algunos piden a sus compañeros que los levanten a pulso y los lancen al vacío. Esta última modalidad es la más impactante, ya que el que es lanzado no puede controlar el salto y mientras cae siente unas enormes ganas de agarrarse a algo, sin encontrar en que. También se practica el salto en grupo, que consiste en saltar varias personas a la vez cogidas de la mano o enlazadas por la cintura.
Cuando la proximidad de dos puentes lo permite, se suele atar un extremo de la cuerda a un puente y se salta desde el otro. Ello provoca una mayor pendulación de la cuerda y la indescriptible sensación de aproximarse a toda velocidad contra el otro puente para pasar por su ojo y pendular durante un rato. Si se dispone de un solo puente, se ata la cuerda a una barandilla y se salta desde la otra. De esta manera se provoca también una pendulación, aunque no tan acusada como en el caso anterior.
En Nueva Zelanda, se practica el ritual de lanzarse desde una torre de bambú con una liana atada al tobillo, de tal manera que al caer el saltador, la cabeza le quede a sólo unos milímetros del suelo. La medida de la liana y su preciso trenzado pertenecen a los secretos de la tribu, cuyo depositario es el brujo. Con el salto, el nativo pretende demostrar su valor ante la comunidad.
Este ritual ha inspirado el deporte del "benji", que consiste en lanzarse al vacío en caída libre, sin pendular. En 1989, el récord de caída libre se hallaba situado en los 140 metros.
Para el "benji" se utiliza como cuerda una goma flexible. Mientras no se agota la longitud de la goma, es un auténtico vuelo libre. Poco después se da una suave y progresiva frenada, al irse estirando la goma, lo que provoca que su tamaño llegue a aumentar hasta tres veces el original. Cuando parece que el salto ha llegado a su fin, se produce de pronto, una subida vertiginosa a toda velocidad que puede llegar a ser del 80 % del total de la bajada. Los saltos con cada goma son limitados.
La actividad deportiva agresiva es practicada especialmente por los individuos más jóvenes de la población. El deporte les proporciona la posibilidad de ejercitar la musculatura, de aprender a trabajar en equipo, de luchar y de adquirir un cierto rango entre los amigos o ante la sociedad.
Terminaré este apartado dedicado a la agresividad canalizada a través del deporte, comentando que la agresividad se halla presente en mayor o menor grado en todos los deportes de confrontación, bien entendido que tampoco se libran de ella, los deportes clasificados por algunos autores como "no agresivos". Calificación que a menudo se da al tenis.
Si pasamos a hacer un análisis de esta especialidad deportiva, veremos que existe una gran gama de golpes con un alto componente agresivo, como son el "smash" o el "ace". En ambos casos la pelota se lanza con gran fuerza contra el campo contrario. Como es sabido, al "smash" se le llama también "mate"… y al “smashar” se le llama también “matar” …. al contrario.
Otros de los golpes que se ejecutan en tenis son mucho más suaves, pero ciertamente humillantes para quien los recibe. Se trata de la "dejada", el "lob liftado" o el "pasing shot", y si el jugador no se esmera lo suficiente puede caer víctima de un 6-0 en el set,...el temido y humillante "rosco", como se le conoce en el argot tenístico.
Como veis, en vuestros deportes y en vuestros juegos se manifiesta de manera evidente vuestra naturaleza agresiva y vuestras ansias de ganar a toda costa. En la mayoría de los casos os cobráis victimas ficticias pero en otras ocasiones (por desgracia) las victimas son reales.
En vuestra estupidez, a veces, sois incluso capaces de terminar con vuestras propias vidas … ¡¡ JUGANDO ¡¡, como ocurre con los "Conductores kamikazes", los que juegan a la "ruleta rusa", etc., etc.
Los bonobos no damos crédito a nuestros ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario