Todos los animales tienen como fin primordial de su existencia en esta Tierra, la perpetuación de su especie. Todas sus luchas y esfuerzos, se encaminan a buscar el éxito en esta misión.
A los bonobos se nos hace difícil imaginar que un animal maltrate o mate a golpes a sus propias crías. Sólo una especie animal es capaz de hacerlo con total impunidad, la vuestra; sólo vosotros, malditos monos domésticos, sois capaces de tamañas fechorías.
"Un hijo o un esclavo son propiedad, y nada de lo que se hace con la propiedad es injusto". Así pensaba Aristóteles, uno de vuestros venerados pensadores, sobre el valor de los hijos, 400 años antes de la Era Cristiana.
El sacrificio del hijo para complacer a Dios aparece en el Génesis, y el infanticidio, como parte de un sacrificio ritualizado, fue muy común en tiempos bíblicos. Leyendo vuestros libros sagrados veo que es vuestro Dios el que pide a Abraham que cometa un infanticidio, le pide que asesine a su hijo y le ofrezca su cadáver como prueba de fidelidad. Ante tamaña brutalidad y crueldad ¿Qué esperáis que pensemos los bonobos de un Dios que ordena a un padre que asesine a su propio hijo para glorificarle a él? ¿Es posible adorar a un Dios que induce al asesinato de niños a mano de sus padres? …Un Dios así sólo es posible para vosotros, los humanos, pero para nosotros… ¡¡ ciertamente no ¡¡
Con tales “divinas sugerencias” no es de extrañar que los asesinatos y malos tratos a los niños sigan en plena vigencia dentro de vuestra especie en pleno siglo XXI.
La infancia ha sido considerada por el mono doméstico como un grupo social de segunda categoría. Hasta el siglo XVIII no aparece la pediatría, y es desde los años sesenta cuando los neurólogos, pediatras y radiólogos se interesan por la relación existente entre las lesiones traumáticas y los malos tratos a los niños.
El bebé es la víctima ideal puesto que no habla, y por lo tanto, no denuncia; no anda y por eso no puede escapar a la lluvia de golpes; es débil y desvalido, lo que significa que no podrá defenderse y oponer resistencia. Se ha demostrado que muchos sujetos de vuestra especie (no sólo los trastornados y violentos) pueden llegar a maltratar a un niño cuando las circunstancias le son adversas.
A los bonobos se nos hace difícil imaginar que un animal maltrate o mate a golpes a sus propias crías. Sólo una especie animal es capaz de hacerlo con total impunidad, la vuestra; sólo vosotros, malditos monos domésticos, sois capaces de tamañas fechorías.
"Un hijo o un esclavo son propiedad, y nada de lo que se hace con la propiedad es injusto". Así pensaba Aristóteles, uno de vuestros venerados pensadores, sobre el valor de los hijos, 400 años antes de la Era Cristiana.
El sacrificio del hijo para complacer a Dios aparece en el Génesis, y el infanticidio, como parte de un sacrificio ritualizado, fue muy común en tiempos bíblicos. Leyendo vuestros libros sagrados veo que es vuestro Dios el que pide a Abraham que cometa un infanticidio, le pide que asesine a su hijo y le ofrezca su cadáver como prueba de fidelidad. Ante tamaña brutalidad y crueldad ¿Qué esperáis que pensemos los bonobos de un Dios que ordena a un padre que asesine a su propio hijo para glorificarle a él? ¿Es posible adorar a un Dios que induce al asesinato de niños a mano de sus padres? …Un Dios así sólo es posible para vosotros, los humanos, pero para nosotros… ¡¡ ciertamente no ¡¡
Con tales “divinas sugerencias” no es de extrañar que los asesinatos y malos tratos a los niños sigan en plena vigencia dentro de vuestra especie en pleno siglo XXI.
La infancia ha sido considerada por el mono doméstico como un grupo social de segunda categoría. Hasta el siglo XVIII no aparece la pediatría, y es desde los años sesenta cuando los neurólogos, pediatras y radiólogos se interesan por la relación existente entre las lesiones traumáticas y los malos tratos a los niños.
El bebé es la víctima ideal puesto que no habla, y por lo tanto, no denuncia; no anda y por eso no puede escapar a la lluvia de golpes; es débil y desvalido, lo que significa que no podrá defenderse y oponer resistencia. Se ha demostrado que muchos sujetos de vuestra especie (no sólo los trastornados y violentos) pueden llegar a maltratar a un niño cuando las circunstancias le son adversas.
En España, la mayoría de los malos tratos físicos no se consideran delito sino lesión, quedando el desamparo completamente al margen de la ley. La lesión se considera como falta y, únicamente si el agredido tarda en curar más de quince días y menos de treinta, se considera delito. La incidencia cada vez mayor de malos tratos sufridos en el seno de la institución familiar, ha acabado por llevar el tema a debate hasta el Senado, donde el asunto aún estaba pendiente de estudio en 1990.
Los malos tratos infligidos por adultos a menores son frecuentemente de tipo sexual, entre los que destacan las violaciones a las propias hijas. Por desgracia muchos de estos casos son encubiertos por parte de los familiares y vecinos de las víctimas. En otros casos, se trata de malos tratos de tipo sádico: quemaduras en los genitales u otras partes sensibles del cuerpo, palizas, fracturas de huesos, etc. .. Y es que vosotros sois así….
Según un estudio elaborado por la Comisión interministerial de la Juventud, el 30 % de los padres españoles impone a sus hijos unas rígidas relaciones en las que se involucra el castigo físico, la paliza y el grito. En muchos casos la situación de violencia contra el niño se desencadena por problemas laborales de los propios padres (unidos a los problemas económicos) o por las malas relaciones de la pareja. Los niños, para vosotros, son la “cabeza de turco” ideal para descargar vuestra agresividad redirigida. El hecho de que sean débiles e indefensos os facilita “la tarea”.
Cada año se denuncian en España 50.000 casos de niños, maltratados (según testimonio conjunto de UNICEF España y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social), aunque se sospecha que existen unos 500.000 niños sometidos a agresiones físicas y psíquicas, abusos sexuales, abandonos y explotaciones de todos tipos, y de que uno de cada veinte padres maltrata físicamente a sus hijos, según datos aportados por la Asociación Española Pro Derechos del Niño (PRODENI).
Los malos tratos físicos (no de tipo sexual) se ceban en tres niños-tipo: los no deseados, los que presentan anomalías desde los primeros días de su vida y en tercer lugar los minusválidos o los niños hiperactivos.
Los niños con edades entre cero y un año son los que sufren el peor trato por parte de sus padres. Esta cifra la interpretan los especialistas como la expresión del nacimiento de niños no deseados. A la misma conclusión llegamos al comprobar que son las madres y no los padres, las que mayoritariamente infligen estos malos tratos (65 % el padre, 78 % la madre, y otras personas en un 11,4 %). Durante el primer año de vida es cuando se expresa de manera más evidente el afecto o el rechazo, y además, es cuando el niño se muestra más indefenso. Otras etapas igualmente duras para el niño se sitúan entre los ocho y los nueve años, y entre los doce y los trece años.
El 90 % de los casos atendidos presenta lesiones cutáneas. Lo más típico es la clásica escaldadura causada al haber vertido sobre los niños o bebés, líquidos en estado de ebullición (ya sea agua o aceite hirviendo). También son típicas las quemaduras con cigarrillos en lugares estratégicos del cuerpo del bebé, tales como los genitales (presumiblemente como castigo por haberse orinado o defecado encima) y las alopecias provocadas al serles arrancado el cabello a puñados. Este cúmulo de barbaridades os hace especialmente odiables, como especie, a los ojos de los demás primates.
Como se demuestra, muchas de las víctimas son hijos no deseados, lo cual es un argumento definitivo para pregonar las excelencias (y la conveniencia) de practicar el control de natalidad en todas aquellas situaciones en las que traer un nuevo hijo al mundo pudiera ser causa de problemas, para la pareja o para el hijo. El interés por no procrear un hijo, que se convertiría en víctima, debe prevalecer sobre los intereses religiosos que se opongan al control de natalidad. ¿SE ENTERAN SEÑORES OBISPOS?
Según la experiencia de los centros hospitalarios, el 50 % de los niños víctimas de malos tratos, que regresan a su hogar, vuelve a ser agredido por sus padres. El riesgo de que sean asesinados es del 10 %. Además, las tres cuartas partes de los casos de malos tratos son de índole psíquica, no pudiéndose castigar a los padres en estos casos, puesto que el Código Civil sólo menciona la agresión física, como punible.
Cada año mueren unos 3.500 niños en los países industrializados a causa de maltratos físicos, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), estas cifras ponen en evidencia la gran mentira de que la violencia infantil es un fenómeno casi exclusivo de las naciones pobres.
Los niños con edades entre cero y un año son los que sufren el peor trato por parte de sus padres. Esta cifra la interpretan los especialistas como la expresión del nacimiento de niños no deseados. A la misma conclusión llegamos al comprobar que son las madres y no los padres, las que mayoritariamente infligen estos malos tratos (65 % el padre, 78 % la madre, y otras personas en un 11,4 %). Durante el primer año de vida es cuando se expresa de manera más evidente el afecto o el rechazo, y además, es cuando el niño se muestra más indefenso. Otras etapas igualmente duras para el niño se sitúan entre los ocho y los nueve años, y entre los doce y los trece años.
El 90 % de los casos atendidos presenta lesiones cutáneas. Lo más típico es la clásica escaldadura causada al haber vertido sobre los niños o bebés, líquidos en estado de ebullición (ya sea agua o aceite hirviendo). También son típicas las quemaduras con cigarrillos en lugares estratégicos del cuerpo del bebé, tales como los genitales (presumiblemente como castigo por haberse orinado o defecado encima) y las alopecias provocadas al serles arrancado el cabello a puñados. Este cúmulo de barbaridades os hace especialmente odiables, como especie, a los ojos de los demás primates.
Como se demuestra, muchas de las víctimas son hijos no deseados, lo cual es un argumento definitivo para pregonar las excelencias (y la conveniencia) de practicar el control de natalidad en todas aquellas situaciones en las que traer un nuevo hijo al mundo pudiera ser causa de problemas, para la pareja o para el hijo. El interés por no procrear un hijo, que se convertiría en víctima, debe prevalecer sobre los intereses religiosos que se opongan al control de natalidad. ¿SE ENTERAN SEÑORES OBISPOS?
Según la experiencia de los centros hospitalarios, el 50 % de los niños víctimas de malos tratos, que regresan a su hogar, vuelve a ser agredido por sus padres. El riesgo de que sean asesinados es del 10 %. Además, las tres cuartas partes de los casos de malos tratos son de índole psíquica, no pudiéndose castigar a los padres en estos casos, puesto que el Código Civil sólo menciona la agresión física, como punible.
Cada año mueren unos 3.500 niños en los países industrializados a causa de maltratos físicos, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), estas cifras ponen en evidencia la gran mentira de que la violencia infantil es un fenómeno casi exclusivo de las naciones pobres.
Según estas cifras, cada día matáis una media de 9,6 niños en los países ricos, muchos de ellos asesinados por sus propios padres. Y si estos son los muertos… ¿Os atrevéis a imaginar a cuantos dejáis mal heridos diariamente?
Las cifras son verdaderamente impresionantes, y le será fácil al lector adivinar cuantos centenares de niños reciben diariamente brutales palizas por parte de sus progenitores, sin que lleguen a morir y, por lo tanto, sin que figuren en estas negras estadísticas. Se calcula que en vuestro país los casos detectados y denunciados, no supera el 10 % de los casos reales.
En los EE.UU., las estimaciones son verdaderamente escalofriantes, puesto que la cifra de los niños que sufren anualmente malos tratos supera los 15.000.000, y la de muertes se sitúa en unos 20.000.
¿Os imagináis cual debe ser la cifra de mártires infantiles en el “Tercer Mundo”?
Según un estudio comparativo sobre maltrato infantil en Chile, Egipto, India y Filipinas, el porcentaje de madres que
admitían haber golpeado a su hijo con un objeto (en una parte del cuerpo distinta de las nalgas) iba desde el 4% en Chile al 36% en la India.
La situación de violencia que se da en el seno familiar fuerza a algunos adolescentes a huir del hogar paterno. En Gran Bretaña, por ejemplo, se fugan cada año una media de 25.000 niños.
Los malos tratos en la infancia repercuten más tarde en el comportamiento del adulto. Tras 40 años de investigaciones, un equipo de criminólogos norteamericanos comprobó, en 1986, los antecedentes familiares de 500 delincuentes con condena en firme. El resultado reveló que el 72.5 % había sido castigado por el padre con exceso de severidad o de manera caprichosa; el 82.2 % había sido atendido por su madre de manera deficiente; un 75.9 % había sido tratado con total indiferencia por parte del padre; el 86.2 % no se hablaba con su madre y el 96.9 % se crió en el seno de una familia sin espíritu de comunidad afectiva.
Los menores también son explotados por vosotros por razones económicas, y eso es otra forma de maltrato.
Según la Organización Internacional del Trabajo, más de 400.000 niños, menores de 14 años, realizan en España trabajos ilegales y clandestinos. La misma organización denuncia que en el mundo hay unos 55 millones de niños que son explotados de la misma manera. Aproximadamente una tercera parte de los niños del mundo de edades comprendidas entre los 10 y los 14 años sufren explotación por causa de su trabajo. Sí, habéis leído bien,.. ¡¡¡ Una tercera parte de los niños del mundo de entre los 10 y los 14 años ¡¡¡
Unos 40 millones de niños son explotados en el Sureste Asiático, otros 10 millones en África. En América Latina, unos tres millones y medio, mientras otro millón y medio lo es en Europa, Oceanía y América del Norte. En EE.UU., en los estados de California, Arizona y Texas, se explota a unos 800.000 niños en las faenas agrícolas. Habitualmente se emplea a los pequeños en la minería, agricultura, industria textil (donde a veces realizan trabajos que no pueden realizar los adultos, como tejer alfombras, debido al mayor tamaño de las manos de estos), labores domésticas, venta ambulante, mendicidad, limpieza, prostitución y venta de droga. En Israel se emplea a niños para lavar cadáveres (desde los 6 años).
Todo ello sucede a pesar de que la Declaración Universal de los Derechos del Niño dice: "El niño debe ser protegido contra toda persona de abandono, crueldad y explotación". El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1976, habla de los derechos del niño a ser protegido, no sólo por su familia, sino también, por la sociedad y el Estado.
A ningún otro animal se le ocurriría explotar de manera tan vil a sus criaturas, sólo vuestra abominable especie es capaz de tal monstruosidad.
Pero vuestro maltrato de los niños indefenso va más allá.. y es que, en vuestra maldad, también los hacéis víctimas de vuestros abusos sexuales.
Peter McKelvie, de la unidad de protección infantil de Hereford y Worcester, de Gran Bretaña, señala que el 95 % de los abusos y vejaciones sexuales de los niños tiene lugar en el seno familiar. En la primera infancia, los abusos sexuales, tienen igual incidencia en niños que en niñas. Al aproximarse la etapa de la pubertad el porcentaje se eleva en las niñas hasta el 70 %.
El Dr. Silbert, realizó un estudio, sobre las prostitutas de San Francisco, las cuales declararon que el 60 % de ellas se habían iniciado a la prostitución en una etapa infantil. El 17 % de ellas sufrieron abusos sexuales por parte de sus familiares durante muchos años.
Por otra parte, el Ministerio para Juventud, Familia y Sanidad de Alemania Occidental, considera que se dan entre 150.000 y 300.000 casos anuales de niños utilizados por personas mayores para relaciones sexuales, incluida la pornografía.
La prostitución infantil es un recurso de subsistencia familiar en el Tercer Mundo, de la que os aprovecháis de manera muy especial los occidentales. Los primeros clientes, fueron los soldados norteamericanos durante la guerra del Vietnam y más tarde, la prostitución infantil pasó a ser una oferta más para el turista occidental.
Las cifras son verdaderamente impresionantes, y le será fácil al lector adivinar cuantos centenares de niños reciben diariamente brutales palizas por parte de sus progenitores, sin que lleguen a morir y, por lo tanto, sin que figuren en estas negras estadísticas. Se calcula que en vuestro país los casos detectados y denunciados, no supera el 10 % de los casos reales.
En los EE.UU., las estimaciones son verdaderamente escalofriantes, puesto que la cifra de los niños que sufren anualmente malos tratos supera los 15.000.000, y la de muertes se sitúa en unos 20.000.
¿Os imagináis cual debe ser la cifra de mártires infantiles en el “Tercer Mundo”?
Según un estudio comparativo sobre maltrato infantil en Chile, Egipto, India y Filipinas, el porcentaje de madres que
admitían haber golpeado a su hijo con un objeto (en una parte del cuerpo distinta de las nalgas) iba desde el 4% en Chile al 36% en la India.
La situación de violencia que se da en el seno familiar fuerza a algunos adolescentes a huir del hogar paterno. En Gran Bretaña, por ejemplo, se fugan cada año una media de 25.000 niños.
Los malos tratos en la infancia repercuten más tarde en el comportamiento del adulto. Tras 40 años de investigaciones, un equipo de criminólogos norteamericanos comprobó, en 1986, los antecedentes familiares de 500 delincuentes con condena en firme. El resultado reveló que el 72.5 % había sido castigado por el padre con exceso de severidad o de manera caprichosa; el 82.2 % había sido atendido por su madre de manera deficiente; un 75.9 % había sido tratado con total indiferencia por parte del padre; el 86.2 % no se hablaba con su madre y el 96.9 % se crió en el seno de una familia sin espíritu de comunidad afectiva.
Los menores también son explotados por vosotros por razones económicas, y eso es otra forma de maltrato.
Según la Organización Internacional del Trabajo, más de 400.000 niños, menores de 14 años, realizan en España trabajos ilegales y clandestinos. La misma organización denuncia que en el mundo hay unos 55 millones de niños que son explotados de la misma manera. Aproximadamente una tercera parte de los niños del mundo de edades comprendidas entre los 10 y los 14 años sufren explotación por causa de su trabajo. Sí, habéis leído bien,.. ¡¡¡ Una tercera parte de los niños del mundo de entre los 10 y los 14 años ¡¡¡
Unos 40 millones de niños son explotados en el Sureste Asiático, otros 10 millones en África. En América Latina, unos tres millones y medio, mientras otro millón y medio lo es en Europa, Oceanía y América del Norte. En EE.UU., en los estados de California, Arizona y Texas, se explota a unos 800.000 niños en las faenas agrícolas. Habitualmente se emplea a los pequeños en la minería, agricultura, industria textil (donde a veces realizan trabajos que no pueden realizar los adultos, como tejer alfombras, debido al mayor tamaño de las manos de estos), labores domésticas, venta ambulante, mendicidad, limpieza, prostitución y venta de droga. En Israel se emplea a niños para lavar cadáveres (desde los 6 años).
Todo ello sucede a pesar de que la Declaración Universal de los Derechos del Niño dice: "El niño debe ser protegido contra toda persona de abandono, crueldad y explotación". El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1976, habla de los derechos del niño a ser protegido, no sólo por su familia, sino también, por la sociedad y el Estado.
A ningún otro animal se le ocurriría explotar de manera tan vil a sus criaturas, sólo vuestra abominable especie es capaz de tal monstruosidad.
Pero vuestro maltrato de los niños indefenso va más allá.. y es que, en vuestra maldad, también los hacéis víctimas de vuestros abusos sexuales.
Peter McKelvie, de la unidad de protección infantil de Hereford y Worcester, de Gran Bretaña, señala que el 95 % de los abusos y vejaciones sexuales de los niños tiene lugar en el seno familiar. En la primera infancia, los abusos sexuales, tienen igual incidencia en niños que en niñas. Al aproximarse la etapa de la pubertad el porcentaje se eleva en las niñas hasta el 70 %.
El Dr. Silbert, realizó un estudio, sobre las prostitutas de San Francisco, las cuales declararon que el 60 % de ellas se habían iniciado a la prostitución en una etapa infantil. El 17 % de ellas sufrieron abusos sexuales por parte de sus familiares durante muchos años.
Por otra parte, el Ministerio para Juventud, Familia y Sanidad de Alemania Occidental, considera que se dan entre 150.000 y 300.000 casos anuales de niños utilizados por personas mayores para relaciones sexuales, incluida la pornografía.
La prostitución infantil es un recurso de subsistencia familiar en el Tercer Mundo, de la que os aprovecháis de manera muy especial los occidentales. Los primeros clientes, fueron los soldados norteamericanos durante la guerra del Vietnam y más tarde, la prostitución infantil pasó a ser una oferta más para el turista occidental.
En algunos países occidentales, los negocios pornográficos establecen su oferta a base de catálogos con fotografías de niños y los "servicios" que ofrecen.
La revista "Stern" ha detectado casos de abuso sexual en niños de año y medio de edad. Los países que más se distinguen en la explotación sexual de sus niños son: Filipinas, Tailandia y los de América Latina. Este tipo de prostitución ha crecido de manera proporcional al "boom" turístico en estas zonas. En los folletos de algunas agencias de viajes “Undercover”, figuran las posibilidades de contactos sexuales con niños filipinos o tailandeses de ambos sexos.
Las listas de menores que han sufrido abusos sexuales a manos de sacerdotes pertenecientes a la Iglesia Católica, crece y crece en cada uno de los cinco continentes, hasta el punto de que el propio Papa se ha visto obligado recientemente a pedir perdón ante la magnitud del escándalo persistente.
En Inglaterra existen redes de pederastas que se hallan implicadas en la confección de películas pornográficas de menores que concluyen con el asesinato de los pequeños ante las cámaras. Investigando a las 3.000 personas fichadas en el Reino Unido por actividades relacionadas con abusos sexuales a menores, se pudo descubrir una de estas redes, en agosto de 1990, después de haber asesinado ya a 20 niños. Las víctimas eran niños y niñas que habían abandonado sus casas y vivían perdidos en las grandes ciudades. De ellos se nutrían los productores de los "snuff movies". En un momento del film, se produce la violación del niño o de la niña y, finalmente, se le mata a cuchilladas, muchas de estas imágenes muestran bebes abiertos en canal…. ¡¡ PARA VUESTRO ENTRETENIMIENTO ¡¡
En Ámsterdam y en Tailandia, se encuentran las principales distribuidoras de estas películas, cuyo precio de compra puede llegar a Los 9.000 euros. Por un pase de película se piden unos 100 euros en el 2008.
Lo dejo aquí para reflexionéis durante unas horas sobre el comportamiento de vuestra especie.
Volveré sobre el tema, dentro de tres días (antes de que acabe el mes) con la segunda parte, en la que trataremos otros aspectos de vuestro maltrato a vuestra prole. Os hablaré de cómo utilizáis a vuestros niños para matar en las guerras o para delinquir impunemente, también os hablaré de las maneras que tenéis para sacar dinero de ellos vendiéndolos a otras personas en adopción o, simplemente, para trasplante de órganos. Terminaré hablando, como no, del exterminio infantil en todas sus formas… en esto sois verdaderos especialistas.
Lo dejo aquí para reflexionéis durante unas horas sobre el comportamiento de vuestra especie.
Volveré sobre el tema, dentro de tres días (antes de que acabe el mes) con la segunda parte, en la que trataremos otros aspectos de vuestro maltrato a vuestra prole. Os hablaré de cómo utilizáis a vuestros niños para matar en las guerras o para delinquir impunemente, también os hablaré de las maneras que tenéis para sacar dinero de ellos vendiéndolos a otras personas en adopción o, simplemente, para trasplante de órganos. Terminaré hablando, como no, del exterminio infantil en todas sus formas… en esto sois verdaderos especialistas.
¡¡ Que la vergüenza de vuestra especie os confunda ¡¡…
…. Y que la paz del bonobo os acompañe.
…. Y que la paz del bonobo os acompañe.
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